1 visión

Mejorar vidas siempre ha estado en el centro de lo que hacemos. También, hacerlo de una manera que mejore a la sociedad. Operar bien significa hacer un mundo mejor.

Hoy somos más de 100 mil personas trabajando juntas en más de 100 países para ofrecer medicamentos innovadores y pruebas de diagnóstico que ayudan a millones de personas.

Somos muchos trabajando en forma mancomunada, a través de distintas funciones y compañías a lo largo del mundo.

Pero como todas las cosas, esto comenzó con un momento único.

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Al celebrar nuestro 125º aniversario, reflexionamos sobre algunos momentos que han dado forma a nuestra cultura.

Increíblemente, la fundación de Roche nació de una pandemia.

2 visionarios

En 1892, Fritz Hoffmann, un joven con una personalidad carismática, había asumido un nuevo puesto como comerciante en Hamburgo cuando estalló el cólera. La ciudad fue puesta en cuarentena y, solo en Hamburgo, se perdieron 9 mil vidas. Para Fritz Hoffmann fue una experiencia difícil que cambió su vida. Cuando el joven de 24 años regresó sano y salvo a Basilea, había tomado una decisión: establecer una compañía dedicada a la salud que pudiera fabricar medicamentos de calidad fuera de las farmacias y distribuirlos internacionalmente. Esta visión se hizo realidad con la fundación de F. Hoffmann-La Roche & Co, en 1896

Fritz Hoffmann

Un químico llamado Emil Christoph Barell se unió a la compañía en el año de su fundación. Gracias a su extraordinario talento como científico y empresario, ascendió rápidamente. Tras la muerte de Fritz Hoffmann en 1920, asumió el cargo de presidente de Roche. Barell era un hombre paternalista y estricto, pero también tenía un lado amable y cariñoso, que surgió en especial después de su conmovedora experiencia durante la Segunda Guerra Mundial. Tuvo gran influencia en Roche. Sin dudas, Emil Barell “inventó” aspectos clave de la industria farmacéutica moderna tal como la conocemos hoy.

Emil Christoph Barell
Un momento de alegría; Fritz Hoffmann-La Roche lleva a sus hijos, Emanuel y Alfred, al zoológico de Basilea en 1903
Emil Christoph Barell en 1930
1895: Se lleva a cabo una boda histórica

Cuando Adèle La Roche se casó con Fritz Hoffmann, en 1895, no sabía que su apellido se convertiría en uno de los nombres más famosos de la atención de la salud.

En Suiza era una práctica común que las parejas casadas dividieran sus nombres con guiones, por lo que Fritz se convirtió en el Sr. Hoffmann-La Roche. El resto es historia.

Tras la fundación oficial de F. Hoffmann-La Roche & Co. en 1896 en Basilea, la empresa abrió en poco tiempo sus primeras afiliadas en Alemania e Italia, con rápida expansión a Rusia, Japón y otros mercados importantes.

Pero fueron necesarios dos años para que llegaran los primeros productos exitosos. En 1898, Roche lanzó Sirolin, un jarabe para la tos basado en su agente antituberculoso thiocol. Sirolin se convirtió rápidamente en un éxito de ventas. La compañía estaba en pie y funcionando.

La boda de Fritz y Adèle Hoffmann-La Roche, 1895

5 momentos que nos definieron

Un momento decisivo puede significar ir contra la corriente. En 1933, Roche adquirió un proceso para sintetizar vitamina C y comenzó a ampliarlo para producción masiva. Mientras que otras empresas se opusieron a este enfoque, por temor a la contaminación bacteriana en los sitios de producción, Roche pudo superar el desafío. Esto marcó el comienzo del compromiso absoluto de la compañía con la síntesis química y una incursión muy temprana en la biotecnología, las cuales han sentado la base para tanta innovación en los años siguientes.

La decisión de la empresa de comprometerse con la ciencia innovadora resultó en más y más avances para los pacientes. Muchos de los tratamientos desarrollados en esta era, y más allá, han resistido la prueba del tiempo. En la actualidad hay 32 medicamentos de Roche en la lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Vitamina C sintética de Roche, 1933
1933: Se sella un compromiso con la ciencia

Una decisión audaz puede convertirse en un momento crucial. En 1966, el Dr. Adolf Walter Jann, entonces presidente de Roche y de carácter osado y visionario, lanzó un programa de diversificación frente a un mundo de cambios vertiginosos. Reconoció que el rápido progreso tecnológico del período de posguerra, junto con las urgentes necesidades de salud insatisfechas de la sociedad moderna, requeriría un enfoque más holístico de la atención de la salud.

La empresa adquirió varias entidades, incluida la unidad de investigación electrónica de la compañía Radio Corporation of America (RCA) y la unidad de diagnóstico de Chemische Fabrik Schweizerhalle. Estas y otras adquisiciones formaron el núcleo de la futura División Diagnóstica de Roche, tan central para nuestra identidad y oferta en la actualidad.

Otro momento clave de diversificación se produjo en 1990 cuando, para fortalecer sus actividades biotecnológicas, Roche adquirió una participación mayoritaria en Genentech Inc, seguida de la adquisición de los derechos de la tecnología de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), una forma eficiente y costo efectiva de copiar pequeñas secuencias específicas de ADN o ARN, y uno de los avances científicos más importantes del siglo XX. Genentech se convirtió en miembro pleno y vital del Grupo Roche en 2009.

El primer dispositivo de diagnóstico automatizado de Roche, Cobas Bio, 1978
1966: Se toma la decisión fundamental de expandirse

Algunos de los mejores momentos son los de reconocimiento y celebración. Como en 1984, cuando George Köhler y César Milstein, dos científicos del Instituto de Inmunología de Basilea (entidad financiada por Roche), obtuvieron el Premio Nobel de Medicina junto con un tercer científico, Niels K. Jerne.

Fueron galardonados en reconocimiento a su trabajo en la década de 1970 en el desarrollo de un proceso para la producción de anticuerpos monoclonales.

Desde entonces, los anticuerpos monoclonales han revolucionado la investigación biológica y han sentado las bases para toda la industria de la biotecnología en el uso de anticuerpos como tratamiento, así como para aplicaciones de diagnóstico.

Durante las últimas tres décadas, los anticuerpos terapéuticos han mejorado los tratamientos de enfermedades complejas como el cáncer, las infecciones virales y las enfermedades inflamatorias, gracias a su capacidad de apuntar específicamente a proteínas de superficie.

Niels K. Jerne, Georges J.-F. Köhler y César Milstein en la ceremonia del Premio Nobel en Estocolmo, el 10 de octubre de 1984
1984: Se otorga un apreciado premio

Algunos momentos pueden cambiar la vida de miles de personas. Así ocurrió con la aprobación de trastuzumab. A principios de la década de 1990, Genentech logró diseñar un anticuerpo monoclonal humanizado, posible a partir de la investigación de Köhler y Milstein (ver arriba), que inhibe el crecimiento de las células cancerosas.

Diseñado para una forma específica de cáncer de mama (HER2-positivo), y sólo en combinación con una prueba de diagnóstico adecuada, la aprobación de trastuzumab marcó un punto de inflexión en la estrategia corporativa a largo plazo de Roche hacia la medicina personalizada.

Roche continúa siendo pionera en atención médica personalizada para transformar la vida de los pacientes con una atención adaptada al individuo, lo que ayuda a prevenir, diagnosticar y tratar de manera más eficaz y rápida.

Planta de producción de Genentech en Vacaville (California), donde se fabrican sustancias activas biotecnológicas para fármacos como trastuzumab
1998: Se obtiene una aprobación trascendental

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